21 julio 2006

Por fin la Acrópolis

Yiasou!
Hoy por fin hemos dedicado buena parte de nuestro tiempo a la visita de la Acrópolis y todo su entorno.
Ha sido especialmente emocionante el momento en que hemos cruzado los Propileos, una emoción que ni siquiera la marea humana que los cruzaba con nosotros ha podido mermar.

La tribuna de las Cariátides

[Fotografía tomada por Ana Manzanares]


Estas son las famosas Cariátides del Erecteion, templo erigido en el norte de la Acrópolis, en honor a Atenea Polias, Poseidón y Erecteo, rey mítico de la ciudad, de ahí su nombre.

20 julio 2006

Thissio - Syntagma

Hoy ha sido un día agotador.
Por la mañana tomamos el tren para ir a Atenas. Nos bajamos en Thisio. Estación que debe su nombre al templo de Hefesto (el Hefesteion), también conocido como el templo de Theseo (Thisio).
Desde allí emprendimos un paseo ascendente por la Avenida Apostolou Pavlou al pie de la colina de la Acrópolis que iba quedando a nuestra izquierda.
Después descendimos por la Avenida Dionisio Aeropagita, hasta llegar a la Puerta de Adriano, detrás de la cual se alzan los restos del Templo de Zeus Olímpico.
Desde ahí cogimos de nuevo la Avenida Vassilissis Amalias. Nos detuvimos a almorzar en un pequeño restaurante llamado "El Oasis" (sorprendentemente así, en castellano) próximo al Zappeion, (edificio neoclásico dedicado a palacio de congresos).
[La ensalada griega: refrescante y deliciosa. El yogurt: un ensueño (¿por qué ha de recibir ese manjar digno de los dioses olímpicos el mismo nombre que ese subproducto con el que nos conformamos en otros paises? Es que ese yogurt y el nuestro no tienen en común nada más que el nombre). Beatriz, como siempre, insistió en comer spaguetti ¡qué se le va a hacer!]


En esos jardines hicimos un pequeño descanso. Tumbados en el cesped, entre agujas de pino y piñas, nos dejamos acariciar por una fresca brisa que aliviaba de las altas temperaturas que se sufría en las aceras.
Tras un rato emprendimos el paseo por los Jardines Nacionales, junto al Parlamento.
Después decidimos ir al Museo Benaki, en la esquina entre las calles Koumbari y Vassilissis Sofías. Este museo recoge una colección de objetos desde el año 3.000 a.C. hasta la actualidad. Es como un pequeño paseo por la historia de Grecia. A Beatriz le sorprendieron especialmente las recreaciones de ambientes tradicionales y los trajes típicos expuestos.
Al salir del museo descendimos por Vassilissis Sofías hasta llegar a la Plaza Syntagma (Plaza de la Constitución), donde asistimos al tradicional y típico cambio de Guardia ante el monumento al soldado desconocido situado a los pies del Parlamento Griego -antiguo Palacio Real. Los soldados llamados evzones desfilan con el traje nacional griego en una especie de llamativa danza ritual.
Desde allí retomamos el regreso hasta nuestra residencia en Neo Faliro.

Templo de Zeus Olímpico


Contemplando bajo los olivos, los restos de las únicas columnas supervivientes del que fue el más grande templo helenístico. Vacías y desnudas como el esqueleto de una ballena varado en una playa solitaria.

19 julio 2006

Basas


[ Fotografía de Ana Manzanares]

Basas que antaño debieron soportar el peso de columnas que sustentaban nobles edificios reposan hoy, liberadas de su carga, entre matas, sin más tarea que dejarse acariciar por el viento y el sol mediterráneo y dando cobijo a musgos y hongos que de la digna piedra se alimentan.

Ya estamos en Atenas

19 de Julio de 2006.

Anoche, después de un largo día de viaje, llegamos por fin a Atenas. Esta mañana hemos pisado emocionados por primera vez suelo ateniense en la bulliciosa plaza de Monastiraki. Después de un paseo por la zona y de la visita de los restos de la Biblioteca de Adriano y parte del ágora romana, hemos comido en una taberna en la calle Adrianou, frente al Ágora. La taberna se llama "Mouses" y os la recomiendo vívamente (detalle a tener en cuenta: al menos un camarero sabe hablar español, cosa que facilita mucho las cosas; por otro lado, en los comercios y restaurantes atenienses no es raro que el personal sepa hablar un poco español). La calle Adrianou, que corre paralela a las vías del tren, y desde la que se puede contemplar una maravillosa panorámica del ágora y de la Acrópolis, está plagada de pequeñas tabernas muy recomendables.
Después hemos estado largo rato en el antíguo Ágora. Es realmente emocionante para nosotros mirar esas ruinas y ver, más que simples piedras, tanta historia, tanta cultura, tanta vida y tanta decadencia que en ellas yacen.


[Vista de la Acrópolis desde el Ágora. Ana M.R.'2006]